20/02/2025
Desarrollar la resiliencia frente a los aranceles comerciales

Por Rachel Personius, directora de Currie & Brown
Nuestro último informe de predicciones de costos globales enfatiza que la resiliencia es clave en el panorama de la construcción actual.
Vivimos en un mundo de incertidumbre constante y cambios acelerados. El informe insta a las organizaciones a incorporar resiliencia en sus proyectos de construcción, preparándose para riesgos conocidos como la inflación de precios de materiales y la escasez de mano de obra, pero también para los inevitables impactos imprevistos.
Los aranceles comerciales propuestos por Estados Unidos son un claro ejemplo de ello. Desconocemos si los aranceles comerciales anunciados por el presidente Trump se impondrán en su totalidad, ni cuándo. Sin embargo, reconocemos la enorme importancia de tener cierto grado de certeza sobre los posibles resultados y consecuencias. ¿Qué puede esperar la industria de la construcción si se imponen estos aranceles?
El impacto en los EE.UU.
En EE. UU., como era de esperar, los precios subirán. Según lo observado en 2018, cuando se aplicaron aranceles del 25 % al acero, los precios del acero crudo subirán inicialmente y luego se estabilizarán. En 2018, esto tardó unos 15 meses, ya que la producción nacional se intensificó. Podemos esperar una tendencia similar esta vez, ya que los tres principales proveedores de acero de EE. UU. (Canadá, México y Brasil) perderán sus exenciones y cuotas libres de aranceles. Es probable que los precios del acero y el aluminio suban entre un 20 % y un 30 % en los próximos seis meses, para estabilizarse en el tercer trimestre. Es probable que los precios se estabilicen entre un 15 % y un 20 % por encima del nivel base durante el resto de 2025, antes de volver a los niveles actuales a mediados de 2026. Todo esto supone que la producción nacional se reactive para satisfacer la demanda.
Sin embargo, un aumento del 20% en los precios del acero crudo no implica un aumento del 20% en los costos del proyecto. Otros factores, como el transporte y la mano de obra, contribuyen significativamente al precio total. En 2018, un aumento del 25% en los precios del acero crudo se tradujo en un aumento de aproximadamente el 10% en los índices de acero estructural fabricado e instalado. El mercado de la construcción incorporó un mayor riesgo e incertidumbre, lo que provocó aumentos en el acero estructural instalado de hasta un 16% entre 2018 y 2019.
Si bien los mercados no han calculado completamente el impacto potencial de los aranceles, ya estamos viendo que los precios de algunos materiales, como el acero y el cobre, están empezando a subir (+6% y +7,5% respectivamente) en las últimas 2-3 semanas.
Si los aranceles siguen adelante, el impacto se sentirá en todos los sectores, pero algunos se verán más afectados que otros. La construcción residencial, que depende en gran medida de la madera, podría ser particularmente vulnerable si los aranceles se extienden a las importaciones de madera canadiense. Si bien algunos proyectos, como los centros de datos, podrían seguir adelante, otros con presupuestos más ajustados, como la hostelería o el sector inmobiliario comercial, podrían quedar en suspenso.
Las empresas estadounidenses con planes de construcción en curso deberían actuar ya. Los presupuestos sin un plan de contingencia integrado están en riesgo. Considere comprar productos de acero y aluminio ahora, antes de que suban los precios. En los proyectos en curso, fijar los costos laborales y ofrecer estabilidad laboral podría ayudar a compensar el aumento de los gastos en materiales. Si bien los resultados son inciertos, ser proactivo es vital para mitigar el impacto de estos aranceles y otros desafíos imprevistos.
Asesoramiento para clientes a nivel mundial
A nivel mundial, recomendamos a nuestros clientes que estén atentos a los posibles escenarios, pero que no se asusten. Un riesgo es que los productores de materiales en los países afectados por aranceles redirijan su distribución fuera de EE. UU. Si bien esto podría aumentar la oferta en otros lugares, podría perjudicar a los productores nacionales y desestabilizar las cadenas de suministro locales.
Estas tarifas ilustran a la perfección la necesidad de resiliencia. No podemos predecir el resultado exacto, pero sí podemos analizar posibles escenarios y su impacto. Esto nos permite desarrollar estrategias de mitigación, proteger proyectos y oleoductos, y construir un futuro más sólido.