16/05/2025
No hay una solución milagrosa: reducir el carbono en la construcción comienza con mejores decisiones

El entorno construido produce alrededor del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero del Reino Unido. Estas provienen de todas las etapas del proceso de construcción: fabricación de materiales, construcción, operación, mantenimiento y, finalmente, demolición.
Si el Reino Unido quiere alcanzar el cero neto en 2050, esto tiene que cambiar.
En ESG Live, participé en un panel para explorar cómo el sector de la construcción puede reducir su impacto en el carbono. Esto es lo que discutimos.
Defienda las bajas emisiones de carbono con hechos
Cada proyecto es diferente. Muchos buscarán alcanzar estándares de sostenibilidad, pero el costo también puede ser un factor. Nuestra función es ayudar a los clientes a sopesar ambos factores.
La clave es contar con datos sólidos, tanto sobre costos como sobre carbono.
Los promotores suelen centrarse en satisfacer las expectativas de los inversores o inquilinos. Los organismos públicos y los propietarios-ocupantes suelen valorar el ahorro a lo largo de la vida útil de un edificio. Cuando podemos demostrar el beneficio a largo plazo de una opción con bajas emisiones de carbono, incluso si su coste inicial es mayor, la conversación cambia.
Al diseñar nuestra casa en Holborn 150, evaluamos cada componente tanto en cuanto a costo como a impacto ambiental. Comparamos enfriadores estándar con modelos turbo más eficientes. Estos últimos costaban más al principio, pero ahorrarían energía, dinero y carbono a lo largo de 60 años. Presentamos la propuesta y elegimos la opción más ecológica.
Las personas importan tanto como el diseño
Hemos avanzado mucho en la contabilización del carbono durante toda la vida útil, tanto incorporado como operativo. Sin embargo, aún ignoramos cómo las personas utilizan los edificios.
El diseño tiene sus límites. Si los sistemas no se configuran correctamente o no se utilizan según lo previsto, los edificios tienen un rendimiento inferior tanto en coste como en emisiones de carbono.
En Holborn 150, detectamos una unidad de tratamiento de aire que funcionaba mucho más tiempo del necesario. Estaba mal configurada. Gracias a la tecnología de monitorización, la reparamos rápidamente. Pero en la mayoría de los edificios, esa avería podría haber pasado desapercibida durante meses.
Diseñar un edificio con bajas emisiones de carbono es solo el comienzo. Es necesario ponerlo en funcionamiento correctamente, supervisar su rendimiento y responder a lo que indican los datos.
De arriba hacia abajo se encuentra con de abajo hacia arriba
La industria está impulsando el cambio. En el panel, escuchamos ejemplos, desde la reutilización de materiales hasta la adopción de alternativas bajas en carbono.
Pero las fuerzas del mercado por sí solas no siempre generarán el cambio necesario, en particular en el caso de los edificios secundarios y terciarios, que han tenido una inversión mínima durante décadas.
Ahí es donde los incentivos gubernamentales y una regulación inteligente son esenciales. Lo cierto es que no podemos alcanzar los objetivos climáticos centrándonos únicamente en las nuevas construcciones. Necesitamos abordar el parque inmobiliario existente, especialmente los activos terciarios de bajo rendimiento.
No se trata de tecnología de unicornio
Muchas de las soluciones ya existen. Lo que necesitamos ahora es una mejor toma de decisiones.
Eso implica cuestionar cada decisión, comprender los impactos a largo plazo y equilibrar el coste con el carbono. No solo una vez, sino a lo largo de todo el ciclo de vida.
No necesitamos un gran avance. Necesitamos actuar.
Sabemos qué hacer. ¡Manos a la obra!
Escuche la grabación completa del panel de Adam en ESG Live o póngase en contacto para hablar más: Adam.MacTavish@curriebrown.com